jueves, 19 de junio de 2014

Triman AsPontes


Bueno, pues aquí va mi crónica del Northwest Triman, una de tantas pero especial. La historia comenzó hace muchos años pero no tiene sentido remontarse tan lejos, solo un poco, decir que cuando me vine de Pontevedra tope con el amigo y a la vez genio “Chatarrero” (que por cierto se casa este finde, enhorabuena). Debido a la caña que me metía con la moto de enduro me vi obligado a venderla para llegar a viejo y aunque me daba la brasa todo el día para que comprara una en condiciones nunca llegue a retomar esa locura de cortalumes pariba cortalumes pabaixo. Así que no me quedo otra que volver a la bici de montaña, puff!!! como me estoy liando; en definitiva esto me llevo a conocer a los extravagantes bikers Jazafellos y entre ellos al señor Cata y al señor Roberto Picon, cada uno tendrá su parte en la crónica. Hasta aquí tenemos una historia.
Por esa misma época me encontré a Ricardo de Boiro (Aforcado's team) y me dijo que comentó que el año anterior había hecho la Maratón de Oporto, liamos la perdiz y al final los dos machitos decidimos plantearnos el reto de hacer ese año la maratón de Donosti. En fin, que empecé a correr. Al principio en el parque paseando al perro, estos tiempos se fueron alargando, después me llevaba el perro al monte a correr, en fin que acababa yo con el y el conmigo.
Mi primera carrera fue la de la Amaia (Brión) de hace dos años, Roberto iba a populares y me animó a correrlas también, después corrí en Lestrove... En una salida por carretera con Cata me rompí el escafoides de la mano derecha, adiós Donosti... Desde ahí corrí con Ricardo la media maratón de Pontevedra, la media de Vilagarcia, la pedestre de Santiago... al final le fui pillando el gustillo a esto. Me enteré que el año siguiente había la II maratón de Coruña y decidí prepararla. Como no conocía a nadie en Santiago volví a hablar con mi mentor Cata y como siempre que le pido algo hizo todo lo que pudo para ayudarme (para eso valen los amigos no?). El tema es que se entero que había un chaval que había salido una vez con el Ultreia (de aquella yo ya estaba metido en el club) y que le había comentado que estaba preparando la maratón también. Me puse en contacto con el, este personaje es el incombustible culo inquieto de Marcos Losada amigo y mentor a la vez, con el me puse a preparar la maratón de Coruña. Hicimos la media de Coruña, Carballiño..., el estaba metido en el club de atletismo Noitebra y así me introduje en este mundillo del atletismo.
Resumiendo, al final la maratón fue un éxito objetivo cumplido, Marcos y yo comentamos de hacer año siguiente el medio ironman de Aveiro como objetivo y la cosa fue quedando ahí, seguíamos entrenando juntos y mas historias familiares.
Por allá por Junio del año pasado Lucas acababa el cole y lo metí en un cursillo de natación en Santa Isabel, pasó todo el verano, hice el ultratrail del barbanza y otras carreras... Llego septiembre y Lucas de vuelta al cole. Como le gusto lo de la natación quería que continuase, me estuve informando por amigos, ya no había cursillos de natación y me comentaron que podría aprender a nadar en el club de triatlón, hablé con los de Arcade pero bueno... no me animaron demasiado, hablé con Roberto y me dijo que hablara con Toño el entrenador del Dexter, allá fui... Al final metí a Lucas en el Dexter y de paso también me metí yo, ahí fue cuando empecé a nadar. A Lucas le gustaba la natación, a mi no, pero llegaba a la piscina e iba haciendo lo que podía. Como soy muy burro pues empecé a hacer largos, al principio hacia dos largos y estaba sin aliento pero bueno insistía en el asunto...
El estar en el Dexter me llevo a toparme con mi ultimo mentor hasta ahora, este para los líos de triatlón Arturo Ramos, persona sencilla y discreta donde los haya pero las mata callando, gran suerte la mía el poder contar con el. Hace dos meses nos fuimos al medio ironman de Ovar con la gente de Nosportlimit (gran club por cierto, si viviera en Coruña formaría parte de el seguro) y así me inicie en esto del triatlón, aquella aventura acabo muy bien la verdad disfrute como un enano. Arturo seguía insistiendo, el fue quien me animo a hacer el Triman porque la verdad es que entre la pasta que costaba la inscripción y la desconfianza de mi sector de natación no las tenia todas conmigo. Entrenos aprovechando los entrenos de Lucas y apuntarme a un bombardeo de carreras de todo tipo fue mi pobre preparación para la prueba pero era lo que había, aun así mil problemas en casa. Reconozco que teniendo a la pequeñaja en casa hasta a mi me daba pereza ir a las pruebas y Bego tenia toda la razón del mundo para protestar, pero estaba metido en vereda y aunque inseguro iba a hacer la prueba.
Ete aquí que con todos estos antecedentes, Arturo me viene a buscar el sábado por la mañana para ir al Triman, montamos las bicis y para As Pontes... Pasamos por Villalba a coger la habitación. El resto del día lo pasamos en As Pontes inspeccionando recorrido (acojonados por el viento que hacia), recogiendo material, tumbados en la charla técnica y de cena con los demás osados que nos encontramos Pachin, Edu, Piky, Eloy, Toño... Con toda esa liada al final llegamos tardísimo al hotel.


Y llego el gran día, nos levantamos, desayunamos sin ganas y salida disparados para As Pontes, mi obsesión era “cagar” en condiciones es un secreto que todos tenemos pero que no suele salir a la luz muy a menudo fuera del circulo de corredores (jaja) pero si es verdad todos los que hacemos deportes de resistencia tenemos la obsesión de ir recién “cagados” a la salida, y yo no era capaz.
Una vez en la linea de salida a organizar todo, ropa de cada sector, recambios, comida, vaselina.. y puff me entraron las ganas, corriendo afuera de la transición faltaban 5 minutos, me voy a una esquina tranquilo. Vuelvo, me pongo el traje, chip crema, pulsómetro... es toda una ceremonia la salida, y cuando acabas lo vuelves a repasar por si falta algo, toalla, cinta, casco... Al final decidí salir sin cacharras ni geles, solo un gel y una gominola en el cuadro.
Nos llaman a la salida, aquello era como cuando tenias que formar filas en el cole a la vuelta del recreo, una tontería pero muy emocionante a la vez, sabias que aquello ya no tenia marcha atrás, estábamos metidos en el berenjenal.
Dan la salida, mucha calma... agua clara, veo pies moverse y puedo seguirlos, es la primera vez que puedo hacerlo, en las dos pruebas anteriores me resulto imposible, al doblar la primera boya me di cuenta de que iba a acabar, iba muy cómodo, tranquilo y con gente a mi alrededor, cosa que no me había pasado nunca. Primera vuelta sin problemas y la segunda ya pensando en el tramo a bici que me preocupaba por las averías mecánicas. Salgo del agua 1:27 h perfecto puesto 303, contaba con 1:30 h.
Empieza la bici y empiezo a adelantar puestos sin parar me siento cómodo y a pesar de razonar que me lo debía tomar con calma, voy a saco (que raro) el día que aprenda a dosificarme daré un gran paso al frente. Primer control de paso, miro para abajo y … “NO LLEVO EL CHIP...” maldición, digo me cago en la pu..., empiezo ponerme nervioso no se si parar si seguir no hay a quien preguntar, pasa una moto en sentido contrario, casi me tiro a su rueda, levanto el brazo, chillo... ni caso. A la tercera moto que le hago eso me viene un Juez, le explico la situación y me tranquiliza, no pasa nada que vaya avisando en los pasos y listo. Así acabo el sector en bici, exprimido hasta las orejas pero muy contento y animado.
Tramo corriendo, empiezo lento con la esperanza de ir calentando motores poco a poco, como todos, a medida que pasa el tiempo el calor me mata, tengo que parar en cada avituallamiento y así es imposible coger ritmo, agua por la cabeza, sandía y plátano, no me entra nada en el estomago, estoy saturado de geles barritas y porquerías esto no es sano para el cuerpo. En cuanto a la carrera ya me daba igual, todos estamos en la misma, parece un desfile de cadáveres, asumo que esto debe ser así y ya me da igual como acabe, quiero acabar, este sector no lo estoy disfrutando. Cada paso por meta es una alegría muchos ánimos de todo el mundo, escuchas voces pero no sabes quien te anima, ambientazo...

Al pasar la linea de meta una alegría inmensa, otro reto terminado y ni me planteo el volver a repetirlo. Muchas gracias a Arturo por el fin de semana de sabiduría que me dio, bueno a todos los que me acompañaron desde el sábado y que no enumero porque seguro que me dejo a mas de uno atrás.


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